domingo, 16 de noviembre de 2014

El patrimonio de la Sal de Córdoba


 
El patrimonio cultural y natural hoy está de fiesta en su vertiente internacional. Con más pena que gloria, como suele ser habitual con todo lo relacionado con la cultura, hoy hemos celebrado, el día mundial del patrimonio recordando la firma de la Convención de Patrimonio Mundial, Cultural y Natural en París (1972).
El Centro Histórico de Córdoba forma parte de este conjunto de monumentos y parajes de valor excepcional. Su Mezquita y su entorno son reflejo de siglos de maridaje de culturas y civilizaciones que dejaron barrios singulares como el de San Basilio, puentes como el romano sobre el Guadalquivir, torres como la Calahorra y palacios como el Alcázar de los Reyes Católicos, el Palacio Episcopal, el antiguo Hospital de San Sebastián, la Sinagoga, los Baños Califales, las Termas de Téllez o las de la Alegría.

En Andalucía, La Alhambra, los Jardines del Generalife y el Albaicín de Granada; la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla, y los Conjuntos Monumentales Renacentistas de Úbeda y Baeza en Jaén forman parte también de la lista del patrimonio mundial, junto el Parque Nacional de Doñana y los yacimientos de Jaén, Almería y Granada que contribuyen al Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.
Otros lugares y monumentos completan la lista de elementos declarados Patrimonio Mundial  en España, así como paisajes singulares como los de Ibiza, los Pirineos-Monte Perdido, Las Médulas, Aranjuez, la Sierra de la Tramontana y Almadén. En este caso, es lo cultural como resultado de la interacción hombre-naturaleza lo que aporta el valor excepcional creando un espacio de alto valor paisajístico cargado de historia y naturaleza.

Las Médulas y Almadén son dos ejemplos de cómo el aprovechamiento histórico del medio es capaz de generar territorios y paisajes excepcionales a escala local y regional. Si el oro en Las Médulas (León) y el mercurio en Almadén (Ciudad Real) constituyen el elemento base sobre el que se articular el diseño y evolución del paisaje, desde Gabela de Sal reivindicamos en este día mundial del patrimonio, la importancia de la sal de interior como elemento vertebrador de los paisajes salados de Córdoba.
La sal está presente de forma natural en lagunas y corrientes de la campiña de Córdoba creando humedales característicos de especial interés por el conjunto de especies que ocupan hábitats singulares. Son estas especies y hábitats los que también encontramos en las salinas, ejemplo único de humedales culturales, que en un entorno agrario, adquieren mayor relevancia como puntos calientes de biodiversidad.

Y si lo natural hace de la salina un espacio de valor excepcional, lo cultural añade un conjunto único de restos, estructuras, edificios y saberes transmitidos de generación en generación a lo largo de siglos de aprovechamiento del oro blanco de Córdoba. La sal hace de Córdoba y su Campiña un paraje y monumento digno de formar parte de la lista mundial. Sin embargo, aunque estemos lejos, muy lejos todavía de formular cualquier propuesta al respecto, desde Gabela de Sal y la Asociación Andaluza de Artesanos de la Sal (ANDASAL) ya estamos trabajando en la recuperación y aprovechamiento de este patrimonio, convencidos que Córdoba y su sal, igual que su Mezquita y su entorno, algún día serán también patrimonio mundial.

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